viernes, 16 de junio de 2017

Me he enamorado de las Dolomitas.

Me he enamorado de las Dolomitas... Toda mi vida había oído hablar de esas famosas montañas y sus míticas cumbres... pero nunca había estado... Acabo de llegar y aún estoy tocado... Me han gustado mucho más de lo que me había imaginado. Es una región tremenda, con muchos valles independientes. Escabrosa. El mundo mineral... El paraíso para escaladores, ferratistas y senderistas. Siento ser tan efusivo... pero como es tan reciente... Ya se me irá pasando... o no...

He tenido la suerte de ir con Fabienne, clienta desde hace 18 años y ahora amiga. Ella tampoco conocía y juntos siempre buscamos ideas nuevas. El tiempo nos ha acompañado. El refugio también. Una joya...Perdonad que haya puesto muchas fotos pero no he podido evitarlo


Solo hemos tenido para 5 días de actividad. Había muchos refugios cerrados por ser principio de temporada, pero encontramos sitio en el Rifugio Cinque Torri a donde se puede llegar en coche. Ha resultado ser una maravilla y en un lugar maravilloso. Extraordinariamente amables y comida *****.


El primer día de actividad ya nos dimos una palizilla. La vía ferrata Lipella a la Tofana di Rozes (3.225 m.). Con algo de nieve. No para llevar a cualquiera...

El segundo día nos quedamos en las Cinque Torri e hicimos 2 de ellas. Escaladitas de varios largos como preparación del día siguiente. Disfrute total.



Era domingo y había bastante gente. Esperando a montar los rápeles.

¿Veis a los escaladores? Torres por doquier...El mundo mineral...

La Torre Quarta a la derecha. 

Tercer día: El plato fuerte: La Cima Grande de Lavaredo (2.999 m.) del grupo de las Tres Cimas. Vía Normal. 450 m. de IIIº y IVº. En la foto se ve el Rifugio Auronzo desde donde se sale.

Es la de la izquierda. Se sube desde el nevero que hay entre las 2.

Todo iba bien pero a 150 m. de la cumbre decidí empezar a bajar pues me olía a tormenta...

Un montón de rápeles pero bien equipados. No había nadie...

Me gustan los juegos de sombras... El cuarto día nos fuimos a la Marmolada (3.350 m.) que es el monte mas alto de las Dolomitas y el que tiene mayor glaciar. Nos acercamos con un curioso teleférico de cestas al aire libre.

Hicimos un bonito bucle subiendo por la derecha una tremenda vía ferrata y bajando por el glaciar. Aún quedaba nieve en la ferrata...

Una de las cosas que mas me han impresionada de la zona son los restos de las viejas ferratas y de la primera guerra mundial que aquí debió ser muy dura. El origen de las ferratas fue militar.

El último día, ya de vuelta, aún aprovechamos para hacer otra pequeña ferrata pero muy bonita. Al lado del Passo Gardena. Piscadou.


Bastante gente por estar cerca del coche. Con puente colgante y todo.

Me despido como siempre... Volveré... De eso estoy seguro. Dolomitas... me has enamorado...


sábado, 3 de junio de 2017

Viejas batallas: Cuando subí al Cho Oyu en invierno hace 30 años.

Debo de estar haciéndome viejo pues me apetece poner unas fotos de cuando subí al Cho Oyu (8.201 metros) en invierno y en solitario. Era cuando estaba lanzado. Nunca se había subido un ochomil en invierno en solitario y.... me salió bien.

Creo que es la ascensión mas bonita que he hecho en mi vida, y de la que mejor recuerdo tengo.

Como los chinos no me dieron permiso para ir por la ruta normal tibetana tuve que ir desde Nepal (en donde monté un pequeño campo base con un sherpa que me lo cuidaba) y cruzar el Nangpa La para pasar al Tíbet.

Tenzing en nuestro Campamento Base en el lado nepalí. La mayor diferencia de la expediciones invernales con las de época normal es sobretodo en el CB que nunca te quitas el frío...

Haciendo el tonto para variar.

Pocas precipitaciones pero mucho viento.

Foto desde cerca del Nangpa La. Mas o menos a 5.800 m. empalmé con la normal tibetana. Una vez aclimatado lo hice ya en estilo "semi-alpino" montando campamentos con todo a cuestas. Como un caracol...

No había nadie en la montaña. El sacarse fotos cuando uno va solo no es fácil... Hay que utilizar mucho la imaginación. Tenía un tornillo en el piolet que me hacía de trípode.

Hielo cristal o nieve muy dura. No tuve que abrir huella. Otra ventaja del invierno...

Imaginación al poder...

Mi pequeña tienda de una capa que iba montando.

Dentro de la tienda todo se helaba. Muchos grados bajo cero. El metal se te queda pegado.



Decidí atacar desde 7.000 m. pero hacía mucho frío y esperé al sol. Salí tarde. Me llevé el saco de dormir "por si acaso" y lo dejé en unas rocas a 7.600 m. Después seguí ya sin mochila. Solo llevaba colgada la linterna. Esta foto es debajo de la barrera de rocas a 7.800 m. No había cuerdas claro... El problema fue bajarla después a pelo y de noche...

Ya a 8.000 metros la pendiente se suaviza. Un descansito.

No se como se hace para que las fotos verticales queden bien aquí... Bueno, ya aprenderé.
Selfie.

Estaba anocheciendo y me saqué las fotos antes de que se metiera el sol. Aún me quedaba un trozo hasta la planicie de la cumbre que hice casi de noche. La bajada la hice con la linterna. Creo que es la vez que mas concentrado he estado en mi vida... No podía cometer ningún fallo... Llegué a donde tenía el saco y no lo pasé muy mal. Tuve alucinaciones...

Próxima entrega: "Dos meses en la cumbre del Aconcagua". Estreno el 25 de junio... (bueno...mas o menos...).

jueves, 25 de mayo de 2017

La Rota Vicentina por la costa del sur de Portugal

Para estrenar mi nuevo blog empiezo por esta aventurilla por los alcantilados de la costa del sur de Portugal. Es la primera vez después de muchos años que me voy solo a "descubrir" un sitio. Ha sido, un poco..." volver a los viejos tiempos". Me apetecía.

Lo decidí unos días antes. Cayó en mis manos un artículo sobre este recorrido y me gustó. Hay una página web en donde está toda la información. Muy buen trabajo: http://pt.rotavicentina.com/ Hay 2 rutas:la histórica (que va mas por el interior...) y la de los pescadores, de 4 días de andar, que es la que hice yo. Va siempre pegada a la costa. Un lugar muy salvaje con pueblos pequeños de pescadores y turismo minimalista. Las jornadas son de unas 6 horas. Un poco incómodo pues se anda mucho sobre arena, pero los paisajes..., las calitas..., el Atlántico...

He logrado mi objetivo: mini vacaciones, mar, sol, fotos... Contento.

Bajé en bus a Madrid. Vuelo barato a Lisboa y después otras 3 horas de bus al punto de inicio. Estas fotos son de Lisboa.


En Lisboa dormí en casa de mi amigo Fernando Ferreira.

Primera noche en Porto Covo. He dormido en Hostels (Albergues) compartiendo habitación para abaratar. Muy limpios y agradables. Con la comida me he permitido mas lujos....

Pueblos pequeñitos y preciosos.





¡Y a empezar a andar!

Siempre me han gustado las sombras. Y mas si vas solo...






Excelente balizaje. Además te puedes bajar desde la web los tracks para el gps (no necesarios...) y mucha información de cada etapa. Muy cómoda y sin complicaciones. Para disfrutar.

¿Veis las cigüeñas? Había un montón. Estaban en cada elevación de rocas. Cada pareja con dos crías.

Todos los pueblos tienen la misma estética. Casas pequeñas blancas con ribetes azules o marrones.


Mi primer baño. No hizo demasiado calor. En verano si que tiene que ser duro.

Mis lujos gastronómicos... Esta vez caracoles pequeños ¡de tierra!. Es típico y están buenísimos.



Mas cigüeñas... Cada vuelta de esquina se descubría un nuevo espectáculo. Es el paraíso de los que busquen pequeñas calas sin nadie...

Zambujeira do Mar en donde dormí también.

Ojo. Ser peligroso.

Furgo hippy.

¿A que os están dando ganas de ir?


Y de vuelta a Lisboa y a casa. Tienda de conservas portuguesas.
¿Os ha gustado el reportaje? Acepto comentarios (no muy duros porfa).